30 de diciembre: Rasputin

Hace 104 años, un complot de aristócratas rusos asesinó a Gregori Rasputin, un pseudo religioso que ejercía un control desmesurado sobre la zarina.
Hoy hablamos de Rasputin, de zares, de hemofilia y de la Familia Real española.


Rasputín y el fin de los zares

Tal día como hoy, 30 de diciembre, pero de 1916, fue asesinado el místico y pseudo monje ruso Gregori Rasputin. ¿Su crimen? Su desbordada influencia sobre los Romanov, los zares de Rusia
¿Su poder? Mitigar los males del heredero, el zarevich Aleksei.

Rasputin. Foto Creative Commons.

Hola, soy Ana Nieto y esto es Calendario de Historias, una producción de Audire Podcast. Nuestra misión es recordar el pasado, indagar en algunos de sus momentos y personajes históricos y buscar qué nos queda de ello.

Rasputin nació en Siberia en 1869 en el seno de una familia campesina y nada indicaba que tendría un papel relevante en la historia rusa.

En su niñez no fue a la escuela y en la adolescencia le gustaba la bebida y eran frecuentes sus encontronazos con la autoridad por asuntos de poca monta.

A los 17 años se mudó a otra aldea donde conoció a su futura esposa. La pareja tuvo 7 hijos de los que solo tres sobrevivieron la infancia.

En 1897 Rasputin viajó al monasterio de San Nicolás en Verkhoturye donde pasó varios meses y aprendió a leer y escribir. Salió un hombre transformado. Un visionario. Un hombre con carisma con el don de calmar las ansiedades de sus semejantes.

A esta metamorfosis personal y espiritual siguen años de viajes, de nuevos amigos y enemigos. Finalmente, entró en los salones aristocráticos de San Petersburgo, donde estaban de moda el espiritismo, las sociedades secretas, el ocultismo y la fe en lo supernatural.

Y en ese escenario, Rasputín triunfó.

Un nuevo amigo poderoso llevaba a otro y así hasta que el 1 de noviembre de 1905 conoció al zar Nicolás y a la zarina Alexandra. Ese encuentro abrió la puerta a un nuevo papel, que le traería fama y tragedia: el del sanador del zarevich Aleksei. El niño, que había nacido el año anterior, padecía hemofilia grave.

La hemofilia es una enfermedad que impide la coagulación normal de la sangre y que puede presentarse como leve, moderada o grave. Salvo casos excepcionales, es una enfermedad hereditaria, que afecta al cromosoma x. Aunque las mujeres la transmiten, solo los varones la padecen.

Los enfermos de hemofilia tienen dificultades para dejar de sangrar cuando se lesionan o tienen una cirugía. Pero también pueden sufrir hemorragias internas sin lesión, particularmente en las articulaciones y en los músculos, que causan dolor e incluso pueden provocarles la muerte.

El zarevich la heredó de su madre Alexandra, nieta de la reina Victoria de Inglaterra. Victoria había pasado la enfermedad a tres de sus nueve hijos. Y a través de ellos la hemofilia entró en las casas reales de España, Alemania y Rusia.

Rasputín se convirtió en indispensable para la zarina, quien estaba convencida de que la presencia del santón ayudaba a su hijo.

De hecho, puede que haya algo de cierto en eso. Se apunta a que los médicos podrían haberle recetado a Aleksei ácido acetilsalicílico, o sea, aspirina

Uno de los efectos secundarios de la aspirina que se desconocía es que reduce la capacidad de coagulación de la sangre. Así que cuando Rasputin exigió que se dejase de medicar al niño, posiblemente sí que se consiguió una mejoría.
También es posible que las oraciones e hipnosis de Rasputín calmasen a la zarina y ésta a su vez, al sentirse más tranquila, serenase al niño.

O puede que todo fuera un cúmulo de coincidencias. Pero lo cierto es que la presencia de Rasputín coincidió con la mejora de Alexei durante una de sus grandes crisis. Y desde entonces Rasputin se ganó el fervor de la zarina.

En los años siguientes, el dominio de Rasputín sobre la familia real fue desmesurado. Su poder colosal se mantuvo a pesar de las oposición del primer ministro y del jefe de la policía secreta. Incluso a pesar de la crítica feroz de los obispos. Incluso a pesar de los rumores sobre sus conductas sexuales depravadas. En la práctica se hizo con el control del Gobierno y lo ejerció como un autócrata perverso y errático.

Mientras, en Rusia se acrecentaban las tensiones sociales y económicas a las que contribuyó la participación desastrosa en la Primera Guerra Mundial, que dejó más de 3 millones de muertos entre soldados y civiles.

En este contexto, Rasputín fue asesinado en 1916. Fue un complot de aristócratas liderados por Felix Yusupov, uno de los hombres más ricos de Rusia que estaba casado con la única sobrina del zar.

Según confesó posteriormente, fue extraordinariamente difícil asesinar a Rasputin. Primero lo envenenaron. Pero no fue suficiente. Luego le dispararon. Pero seguía vivo. Finalmente lo golpearon y así lo mataron. Y después, lo tiraron al río.

Lo encontraron dos días más tarde y, según el forense que inspeccionó el cadáver, el final de Rasputin fue menos peliculero. No se encontraron restos de veneno, solo un agujero de bala y sí unos buenos golpes capaces de matar a cualquiera. Incluido a Rasputin.

Desde entonces se lleva más de un siglo discutiendo sobre si Rasputín, sus desmanes, su influencia o su asesinato pudieron favorecer el triunfo de la Revolución Roja de 1917. En palabras de Robert Massie, Premio Pulitzer especialista en la familia imperial rusa “No habría Lenin sin Rasputin”.

En cuanto a lo que pasó con los protagonistas de esta historia, el zar Nicolás II abdicó en marzo de 1917, tres meses después del asesinato de Rasputín. La madrugada del 16 al 17 de julio de 1918 el zar, su esposa Alexandra y sus cinco hijos fueron fusilados, bayoteneados, apaleados y enterrados en una fosa común. Olga tenía 22 años, Tatiana 21, María 19, Anastasia 17 y el zarévick Aleksei, que vivió atrapado por la hemofilia, 13.

Después de la abdicación del zar Nicolás, se desenterró el cuerpo de Rasputín y se le quemó, para evitar que se convirtiera en un lugar de veneración para los partidarios del antiguo régimen.

En cuanto al asesino Yusupov, primero fue condenado al exilio, pero tras la abdicación real regresó a Moscú. Después del triunfo de la revolución bolchevique empaquetó sus Rembrandts y sus joyas, entre ellas el fabuloso diamante Sultán de Marruecos, y se exilió en París, donde vivió de rentas hasta el final de sus días.

En la actualidad la hemofilia sigue siendo una enfermedad incurable. Pero los varones que la padecen pueden tratarse con terapia preventiva o terapia de reemplazo. Según la Federación Mundial de Hemofilia en la actualidad hay aproximadamente 1.125.000 hombres con hemofilia en todo el mundo, de los cuales alrededor de 418.000 tienen hemofilia grave

Y dejamos Rusia y viajamos a España. La hemofilia que afligió al zarevich no fue la única entre las familias reales europeas. Victoria Eugenia de Battenberg, nieta de la reina Victoria de Inglaterra y esposa del rey Alfonso XIII, pasó la enfermedad a dos de sus siete hijos: Alfonso, el mayor y Gonzalo, el más pequeño.

Que Victoria Eugenia portaba el gen de la hemofilia se descubrió dramáticamente. A los pocos días de dar a luz a Alfonso, se circuncidó al bebé, siguiendo la tradición de la familia real española. El niño resultó ser hemofílico y casi lo matan.

Alfonso tuvo una salud delicada que afectó a su papel de Príncipe de Asturias. Falleció en Miami desangrado por una hemorragia interna causada por un accidente de coche menor. Tenía 31 años.
Cuatro años antes había fallecido su hermano Gonzalo, exactamente de la misma manera. Un accidente de coche menor. Una hemorragia interna. Tenía 19 años.


Y otros 30 de diciembre, también sucedieron otras cosas interesantes.

En 1830 nació en India el escritor Rudyard Kipling,
En 1853 EE.UU adquirió de México 78.000 km cuadrados mediante la Adquisición de Gadsten, también conocida como La Venta de la Mesilla. En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas soviéticas y en 2006 el ex presidente iraquí Sadam Husseim fue ejecutado

Y en 1916, el año en el que Rasputin fue asesinado pasaron los siguientes eventos:

En la I Guerra Mundial sucedieron las batallas de Jutland, la naval más grande del conflicto, la de Verdún, la más larga de la guerra y terminó la de Gallipoli, que dejó más de un cuarto de millón de bajas por cada lado. También tuvo lugar la del Somme. El primer día, el 1 de julio, perecieron 19.240 soldados británicos, la peor jornada militar británica de la historia.

Y en Irlanda tuvo lugar el fallido Alzamiento de Pascua contra la autoridad británica y en Nicaragua falleció el poeta Ruben Darío.

Y en España, en Barcelona se inauguró el aeropuerto de El Prat y la escritora Emilia Pardo Bazán fue nombrada catedrática de Literatura y Lenguas Neolatinas.

Y cerramos el programa de hoy con una cita de Maurice Paleologue, embajador de Francia en San Petersburgo desde 1914. “Estoy obligado a informar que, en la actualidad, el imperio ruso está gobernado por lunáticos”.

Esto es Calendario de Historias. Una producción de Audire Podcast, esto es, María Luz Rodríguez desde Ourense y yo, Ana Nieto, desde Brooklyn. Mañana volvemos, con un programa especial. Nos escuchamos.

La música es de Aser Rodríguez y EpidemicSound
La Producción es de AudirePodcast
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