29 de diciembre: Texas

Tal día como hoy, Texas se convirtió en estado de EE.UU., pero un día fue parte del imperio español. ¿Qué queda de aquella época?


El gran estado de Texas y su vinculación con España

Tal día como hoy, 29 de diciembre, pero de hace 175 años, Texas se incorporó a Estados Unidos como el estado 28.

Con esa anexión, atrás quedaron los siglos en los que ese vastísimo territorio formó parte primero del imperio español. Las huellas de esa historia todavía son visibles y reconocibles.

Mapa de las misiones españolas en Texas. Creative Commons

Hola, soy Ana Nieto y esto es Calendario de Historias, una producción de Audire Podcast. Nuestra misión es recordar el pasado, indagar en algunos de sus momentos y personajes históricos y buscar qué nos queda de ello.

A principios del siglo xvi, los españoles fueron los primeros europeos que llegaron a lo que hoy se conoce como Texas, nombre que significa “amigo” o “aliado” en uno de los idiomas de los indígenas.

Era 1520, y el hito histórico correspondió a Alonso Alvarez de Pineda, quien encontró la costa texana del golfo de México mientras buscaba, fallidamente, un paso que comunicase el Golfo con el Pacífico que permitiese la navegación hacia Asia.

A él se le debe el primer mapa de la zona y haber tomado posesión de esas tierras para la corona castellana.

Ocho años más tarde llegaron a esas mismas costas los supervivientes de la desastrosa expedición de Narváez, encabezados por Cabeza de Vaca y a quien dedicamos el episodio del 6 de noviembre.

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Cabeza de Vaca fue el primer europeo en poner pie en el interior de Texas en una odisea que se alargó durante seis años y medio.

En ese territorio habitaban una multitud de grupos indígenas muy diferentes entre sí. A pesar de la diversidad, se diferenciaban tres grandes grupos culturales. Al oeste, los Pueblo, conocidos por sus viviendas que incluían edificios de hasta cinco pisos. Al este, la cultura mississipiana conocida por la construcción de montículos y al sur, culturas influenciadas por Mesoamérica.

Después de Cabeza de Vaca y durante más de siglo y medio, España se olvidó de ese territorio tan lejano que no ofrecía mayores riquezas.

Todo cambió en 1682 por obra y gracia de un explorador y comerciante de pieles francés: René-Robert Cavelier, señor de La Salle. Acompañado por franceses e indígenas y a bordo de canoas, La Salle lideró una expedición que salió del río Illinois, que les llevó al Mississippi y, finalmente, al Golfo de México.

A lo que es lo mismo, cruzaron de norte a sur lo que hoy es EE.UU. All concluir su odisea, La Salle tomó posesión para Francia de toda la cuenca fluvial del Mississippi, llamándole Luisiana a ese gigantesco territorio, en honor al rey Luis XiV.

Una de las consecuencias de esta hazaña fue dividir en dos el territorio español en Norteamérica. Al Este quedaba Florida y al oeste, México, o como se le conocía entonces, el virreinato de Nueva España.

Y después llegó a oídos españoles que una expedición francesa se había asentado en Texas y levantado un fuerte. Se sintió como una amenaza a las rutas marítimas españolas e, incluso, a las minas de plata de Nueva España.

Para evitarlo, se lanzaron varias expediciones para encontrar a los franceses y echarlos. Cuando por fin dieron con ellos apenas quedaban unos renegados y unos niños. Los franceses habían sucumbido.

A partir de entonces realmente se inicia la colonización española de Texas, nombrando en 1621 al primer gobernador.

Durante los dos siglos siguientes la presencia española en Texas fue la típica de una región fronteriza, siempre limitada en número. Había unos pocos soldados, misioneros y colonos. Se fundaron misiones, pequeños poblados e incluso municipios como, San Antonio.en 1718,

Se introdujeron animales domésticos como caballo, vacas, bueyes, burros, mulas, ovejas y cerdos. También, nuevos alimentos como la avena, el trigo, los melones o las cebollas. Se construyeron acequias para el regadío y caminos reales para la comunicación.

Y las relaciones con los indígenas variaron entre amistosas o muy conflictivas según la tribu o el momento.

Se calcula que en 1821, cuando México ganó su independencia con Texas como parte de su territorio, apenas había 3.500 colonos de origen europeo en lo que hoy es Texas.

15 años más tarde, Texas se independizó de México y, finalmente, se incorporó a Estados Unidos como el estado número 28. Era un 29 de diciembre, y el año era 1845. Pero esa ya es otra historia.

¿Qué queda de la Texas española en la Texas de hoy?

Quedan huellas patentes.

El español colonial ha pervivido en nombres de lugares y puntos geográficos, como San Antonio, Laredo, El Paso, Corpus Christi, Amarillo o Río Grande. También el caso de Galveston, que no es otra cosa que una deformación del apellido Gálvez.

Quedan iconos, como la Misión de San Antonio Valero también conocido como El Alamo, un lugar fundamental en la historia de la independencia texana de México y hoy reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

También quedan acequias como la Madre de Valero y un Sendero Histórico Nacional de Estados Unidos: el camino real de los Tejas.

Ademas quedan remanentes legales, particularmente en el campo de derecho de familia. Se adoptaron por el estado de Texas disposiciones de las leyes castellanas que protegían las propiedades privativas de las mujeres casadas o las relativas a los bienes gananciales. También destaca la influencia sobre la adopción, una institución mucho más desarrollada en el derecho español antiguo que en el anglosajón.

¿Y cómo es Texas hoy?

Es el segundo estado más grande de EE.UU., solo superado por Alaska. De hecho, es tan grande que toda España cabe dentro de sus límites.

Texas es también el segundo estado en población, con poco menos de 30 millones de habitantes, solo superado por California.

En cuanto a la economía, Texas es una potencia petrolera con una economía diversificada. Si fuera un país independiente, sería la 10 economía del mundo.

En cuanto a la frecuente afirmación de que Texas es el único estado que puede ondear su bandera tan alta como la de Estados Unidos, eso no es realmente así. En realidad, todos los estados pueden hacerlo.

Lo que sí es un privilegio de Texas es que es el único estado que, si quisiera, se puede dividir en un máximo de cinco estados, sin necesidad de autorización federal.

Y para acabar, una curiosidad más. El estado de la estrella solitaria, como también se conoce a Texas por el diseño de su bandera, es el único territorio de EE.UU. sobre el que han ondeado seis banderas: la de España, la francesa (por apenas unos años), la mexicana, la de república independiente, la de Estados Unidos y, durante los años de la guerra de Secesión, la bandera Confederada.


Otros eventos importantes sucedieron también un 29 de diciembre.

En 1170, caballeros afines a Enrique II de Inglaterra, asesinaron al arzobispo Thomas Becket en la catedral de Canterbury. Este asesinato convulsionó la sociedad de la época en toda Europa Occidental, donde se dedicaron iglesias al culto de este santo y mártir. A lo largo de los siglos, este crimen ha inspirado numerosas obras literarias como Los Cuentos de Canterbury que Geoffrey Chaucer o el drama Asesinato en la catedral de T.S. Eliot.

En 1876 nació en la provincia de Tarragona el fabuloso violonchelista Pau Casals y en 1890 ocurrió la Masacre de Wounded Knee en Dakota del Sur. En un tiroteo entre el 7mo regimiento de Infantería e indígenas Sioux se estima que murieron 200 mujeres y niños desarmados, además de unos 90 guerreros nativos. Fue el último conflicto militar de relevancia entre el ejército de EE.UU. y tribus indígenas.

Y en 1845, el año en el que Estados Unidos anexionó Texas también ocurrieron los siguientes eventos.

También fue el año en el que Florida se incorporó a la Unión Americana como el estado número 27. En Argentina Domingo Sarmiento publicó Facundo Civilización y Barbarie, una de las obras cumbres en español en el siglo xix.

Y en España se aprobó una nueva Constitución. La nueva Carta Magna rechazó la libertad de culto y estableció nuevas reglas para votar (rentas superiores a 400 reales). Mientras que para ser elegido como miembro del Congreso o del Senado se requerían 12.000 reales de ingreso mínimo.

En ambos casos era, además, requisito ser varón. Con las nuevas directrices el derecho al voto solo era derecho para unos 100.000 hombres, es decir, menos de 1 de cada 100 españoles.

Y para acabar el programa de hoy, hemos elegido una cita del premio nobel de literatura John Steinbeck.

“Ya he dicho que Texas es un estado mental, pero creo que es más que eso. Es una mística que se aproxima muy de cerca a una religión”.
Y esto es todo por hoy. María Luz Rodríguez desde Ourense, España, y yo, Ana Nieto, desde el barrio de Brooklyn en Nueva York nos despedimos hasta mañana, cuando Audire les contará otra efeméride en Calendario de Historias.

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Música Aser Rodríguez y EpidemicSound
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