La frase que nos persigue

Cuando estuvimos editando el podcast dedicado a El Quijote, de Miguel de Cervantes, hubo una línea del guión que nos persiguió durante varios días.

Se trata de la frase en la que afirmamos que contiene la escena que puede ser la más conocida de una novela en medio mundo, incluso para quienes no lo han leído. La escena es el ataque de Don Quijote a “desaforados gigantes” “de brazos largos” que en realidad eran molinos de viento del campo manchego.

Lo dejamos algo en el aire, sin afirmarlo categóricamente, porque aunque creo que es así dejo abierta la puerta a la posibilidad de que sea una de las las más famosas, es decir, no la única.

La frase me sigue persiguiendo porque no dejo de pensar en otras escenas literarias que hayan resumido tanto una obra y trascendido más allá de ella.

Es cierto que prácticamente todo el mundo conoce la frase “to be or not to be, that is the question” del Hamlet de William Shakespeare pero nos referíamos a novela y por otro lado — sin dudar de la genialidad y el gran reconocimiento del gran bardo inglés— dudo que haya una idea clara de la escena entre quienes no han visto o leído esta obra de teatro.

En EE UU, el país en el que vivo desde hace ya tiempo, la obra de Cervantes ganó popularidad con el musical El hombre de la Mancha (The man of La Mancha) de 1965 y la película del mismo nombre de 1972.

Es frecuente ver viñetas editoriales de medios informativos con variaciones de la escena en la que el caballero de la triste figura arremete contra los molinos. La frase “tilting at windmills” con la que se describe esta acción es frecuente en inglés para referirse a la situación en la que se lucha contra enemigos imaginarios o alguien que no es un enemigo, básicamente una batalla en la que no merece la pena meterse. Es una frase que creo que leí por primera vez en inglés en uno de los informes de Bolsa que circulan entre inversores de Wall Street. No recuerdo el contexto pero es frecuente que los analistas aligeren su lenguaje con anécdotas y metáforas.

Me fijo en esas cosas porque reconozco que tengo un lugar especial en mi corazón para las alusiones al Quijote en la cultura popular del país que sea. Si me enganché a la serie de ciencia ficción The Expanse (y devoré los nueve libros) no solo fue porque me enganchó su historia — de lo mejor que he visto/leído en este género que tanto me gusta — sino porque además su protagonista ha leído el libro (encuadernado con páginas de papel en el futuro) y llama a su nave Rocinante. Uno de sus episodios en televisión se llama Dulcinea, otro Molinos de Viento. James S. Corey — la firma que une a los dos autores de la saga— me tienen ganada para siempre.

Pero vuelvo a la frase del podcast. ¿Creéis que hay una escena más universal que esta en una novela? ¿Cuál? Os leemos.

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